Educación para la diversidad

I La diversidad es mía o de los otros

Al hablar de educación para la diversidad, estamos hablando, al menos, de tres concepciones y situaciones:

a) de algo en lo que algunos creemos y para lo que intentamos buscar respuestas;

b) de algo que otros quieren disfrazar, vender, ú ocultar su evidencia, o de otros que la quieren frenar o aceptar someramente sin asumir los compromisos que conlleva;

c) o también podemos estar hablando de las prácticas educativas, que es donde en realidad se manifiestan los problemas que la diversidad y que se presentan a los profesores.

Los alumnos de hoy son todos diferentes, no hay un alumno igual a otro.

Las profesoras y profesores, como todos los profesionales, necesitan un cierto tiempo para enfrentarse a aquellas situaciones y problemas que le son nuevos y que no formaban parte de su formación ni de su rutina profesional, entendiendo aquí por rutina, en positivo, lo que hay que hacer todos los días, cada vez mejor y con el esfuerzo adecuado, pero no como algo que cuesta asimilar y afrontar como nuevo, cada día.