La educación es responsabilidad de todos, primero los padres, después los profesores y al mismo tiempo todos. Una educación para todos y entre todos, es la mayor responsabilidad social. El Estado es el garante de esa responsabilidad, es su OBLIGACIÓN.

jueves, 22 de diciembre de 2011

Cambios en el trabajo de los profesores


Cambio del principio de autoridad. Ha cambiado el principio de autoridad, la democracia ha impulsado la participación, el alumno participa, no obedece.
Cambio en su rol. El profesor pierde el monopolio de la información (Internet) y el control del proceso del aprendizaje, el aprendizaje se produce por múltiples vías
Cambio de actividad. El profesor no se limita a transmitir información, es mediador en el aprendizaje, es orientador, es tutor.
Cambios en el curriculum. No sólo por la presencia de nuevos contenidos, sino por la preponderancia de la adquisición de estrategias y procedimientos para la aplicación de lo que se está aprendiendo.
Cambios por los nuevos alumnos. La educación para todos, ha supuesto la integración de alumnos con necesidades educativas especiales, de alumnos de otras culturas, alumnos que antes no estaban.
Cambios por las nuevas demandas a la educación. La presión social considera que para todo lo que va surgiendo a nivel social, la escuela es el lugar y la solución.
Cambios en las expectativas. Aunque todo se pide a los profesores, poco se les ayuda, y la educación, aunque se dice de boquilla que es muy importante, la consideración social e incluso política no se corresponde con la realidad.
Cambios políticos. La educación no puede ser un instrumento de confrontación política permanente, en educación se necesita sosiego no planteamientos electoralistas y del calendario electoral o de legislatura, el trabajo del profesor es lo importante.
Cambios en el respeto a la educación. En la calle, en los medios de comunicación, en las tertulias se produce mucho barullo, mucho ruido por opinadores y políticos sobre educación; los protagonistas, los profesores no tienen ni oportunidad ni espacio para hablar de educación, de su trabajo, cosa que no pasa, por ejemplo, con los médicos que son los únicos que pueden hablar de su trabajo

miércoles, 21 de diciembre de 2011

El Profesorado ante la diversidad y con los recortes


Coincidiendo con el nuevo enfoque de la diversidad como algo positivo, el profesorado se encuentra en una situación de perplejidad por la exigencia de adaptación y cambio, en momentos difíciles para la motivación, y en terrenos muy propicios para la desmotivación por los recortes en la educación pública y por el descrédito de su función por buena parte de la clase política y administración educativa, todo lo cual puede empujar a la desmotivación y al cansancio de tanta injerencia en el trabajo de cada día, cansancio que puede llegar a la renuncia, al abandono, al cumplimiento mínimo o testimonial.
En el momento en el que está perdiendo el papel de autoridad y de ser respetado pese a que se le quiera contentar con leyes de autoridad del profesor, que no cuestan ni un euro, mientras y al mismo tiempo se dilapida su misión y trabajo considerándolos privilegiados, vagos y que no quieren arrimar el hombro en tiempos de crisis, cuando llevan años soportando sobre los hombros, incluso a los que ahora les critican.
Pese a los recortes, a las mentiras sobre su trabajo y a la presión política y de la administración educativa, el profesor y la profesora tiene que afrontar los cambios que el día a día de su trabajo le exige.

domingo, 11 de diciembre de 2011

Educación para la diversidad

IV Algo hemos hecho, hagamos más

Con la Ley de Enseñanza Primaria, 1945-70, los niños y las niñas iban a la escuela obligatoria hasta los 10 años y alguno más, la Ley General de Educación, 1970, amplió la obligatoriedad hasta los catorce años, bajo una pretendida homogeneización de alumnos en el mismo curso y en la misma aula. La LOGSE actual, amplía la enseñanza obligatoria hasta los 16, pero necesariamente con un tratamiento de la diversidad, que hay que desarrollar.

Hoy cuando hablamos de fracaso escolar, tenemos que pensar en que ahora todos los alumnos están en la escuela, pero antes no y no se contaban como fracaso. Evidentemente no podemos contentarnos con que todos estén escolarizados, la obligatoriedad significa que todos tienen que tener éxito, que todos tienen que obtener el título de su escolarización. Pero los alumnos no son sólo ni exclusivamente los únicos culpables del fracaso escolar.

Del fracaso escolar también son responsables el sistema educativo, la organización escolar, los curriculum, la formación inicial del profesorado, la formación permanente del profesorado, la escasa valorización social de la educación, los vaivenes interesados de las opciones políticas, el abandono las funciones educativas de las familias en la responsabilidad de los centros educativos, el papel no educativo o incluso pernicioso de alguno medios de comunicación.... y también la concepción de que la diversidad es algo perjudicial que dificulta que frena a muchos y, que impide que todos tengan éxito.

Pero la escuela, y el sistema educativo, por sí solos no pueden encontrar las respuestas satisfactorias, es necesario que desde todos los ámbitos, desde las organizaciones y entidades, desde las actitudes sociales y desde el sistema de creencias, se observe la diversidad como algo objetivo de la persona, no como algo desviado, que necesita un tratamiento especializado y que es necesario integrar en una “normalidad”, inexistente y artificial.

Una sociedad con un sentido ético de lo humano, una sociedad democrática que combata la desigualdad y que estimule la vida en común de quienes son distintos y desiguales, de todos; sin exclusiones y sin privilegios.

Educación para la diversidad

III Algo hemos ido aprendiendo, aprendamos ahora

Hasta hace no muchos años en nuestro país, los niños iban a una escuela y las niñas a otra, un buen día, (bueno para la mayoría, no para todos) se decidió que los niños y las niñas fueran a la misma escuela. Las niñas no perdieron nada de su feminidad, aunque jugaran al fútbol, y los niños nada de su masculinidad, aunque se orientaran al baile o al teatro. La escuela fue la que tuvo que adaptarse a los nuevos usuarios.

Hace cuarenta años para encontrar a un niño negro, para un anuncio o una película, había que ir cerca de las bases americanas, hoy están en todas partes, en la escuela también, nuevos usuarios.

En los años sesenta, de la emigración, pocos niños españoles iban a las escuelas en Suiza, Alemania, Francia, hoy en las escuelas españolas, hay chinos, senegaleses, magrebies, rumanos, niñas de ocho años que hablan inglés, tagalo y chino y ni una palabra de castellano; los niños gallegos, vascos y catalanes, hablan su lengua, el castellano, el inglés y el francés. Los gitanos, los magrebíes, los chinos, los senegaleses con su cultura y su lengua en una escuela de todos, nuevos usuarios.

Hace 25 años, niños y niñas que no podían escribir ni hablar llegaron a la escuela, ¡el lápiz, las repuestas!, otros no ven, ¡el encerado, el libro!, otros no oyen o no se entiende lo que hablan, ¡la explicación, las preguntas!, nuevos usuarios; algunos, hoy, han terminado sus estudios en la universidad, otras tienen un empleo y otros no han tenido todas las oportunidades o poca suerte.