La educación es responsabilidad de todos, primero los padres, después los profesores y al mismo tiempo todos. Una educación para todos y entre todos, es la mayor responsabilidad social. El Estado es el garante de esa responsabilidad, es su OBLIGACIÓN.

viernes, 20 de abril de 2012

Más ruido o algo más que ruido

El Ministro Ignacio Wert, después de haberse reunido con los Consejeros de Educación de las Autonomías gobernadas por el PP, se reunió con todos los Consejeros de las Comunidades Autónomas.

Algunos, ninguno del PP, decían que no venían a escuchar sino a debatir.

El Ministro desgranó las medidas:

Ampliación del horario lectivo, no opcional de máximos, sino obligatorio de mínimos, 25 horas lectivas para Primaria y 20 para Secundaria.

2º Aumento de la ratio por aula, 27-30 alumnos en Primaria; 33-36 en la ESO.

3º No cubrir bajas de menos de dos semanas.

4º Congelar los complementos salariales.

5º Aplazar los ciclos formativos de F.P

6º Que los centros de BUP ofrezcan sólo ciencias o letras.

Los Consejeros y Consejeras que no eran del PP, unos manifestaron su oposición y otros que no los aceptaban por invasión de competencias.

El Ministro se ratificó en las medidas y si alguien creía que se invadían sus competencias, que “estamos en un Estado de Derechos y que ya saben cual es el camino”.

El Ministro manifestó “A nuestro juicio y en general de las Comunidades Autónomas estas medidas no inciden sobre la cobertura y calidad de la educación y no afectan a la calidad”

Al parecer insistió en el carácter flexible, aunque suponga un paso pasar de la “opción “a la “obligación”

Que había que poner a salvo la educación, cuyos cimientos se tambaleaban por la política anterior.

¿A que cimientos se refería? ¿A que políticas? ¿A las de educación? ¿A las del Ministerio de Educación? ¿A unas políticas educativas de unas comunidades autónomas de un signo político o a todas las comunidades autónomas?

Habló de ser eficientes y de utilizar los recursos permanentes, para justificar que con el aumento de alumnos y de horas, “no se despedía a los interinos sino que no se le renovaban los contratos”.

Hay material para ruido y para análisis aunque nos tememos que de análisis poco.

Al salir de la reunión, el Consejero de Castilla – La Mancha, Antonio Marcial Marín Hellín como portavoz de las Consejerías del PP manifestó que “eran medidas razonables, de máximos y que no obligan y que eran para salvar el sistema educativo que estaba en serio peligro”.

No fue casual porque en Castilla la Mancha cabalgaron los primeros recortes en educación. Decía, tras su designación “El Gobierno de María de Cospedal ha querido hacer una apuesta por la educación con mayúsculas” “Estamos obsesionados por mejorar”. ”No quiero dejar de señalar la preocupante indefensión a que se ha visto sometida la función del profesorado; con este Gobierno podrán contar con el total apoyo y respaldo en el ejercicio de su gran responsabilidad a través de una Ley de Autoridad del Profesor” “Tendremos el mejor curso escolar de la historia de Castilla-la Mancha”

Decía el Consejero, ¿qué dice Castilla-La Mancha, hoy?

domingo, 15 de abril de 2012

El ruido en educación (III)

En las últimas elecciones, la educación no tuvo la presencia que debería de corresponderle en los programas de los partidos políticos por lo que podría deducirse que la educación no era importante para conseguir el voto.

En el debate televisado entre Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy, el candidato del PSOE intentaba que la educación se mantuviera y que no se produjeran cambios ni recortes. Mariano Rajoy respondían que la educación estaba fatal y que los socialistas eran los responsables tras veinte años de sus leyes y que reclamaba el intentar mejorarla con una ley. Acusó al PSOE de impedir el desarrollo de la LOCE, según él una ley aceptada por todos, aunque sólo la votara el PP. Y contestó a su rival sobre el intento de pacto social y político por la educación, diciendo que era tan malo que nadie lo quiso firmar.

En el fragor del debate, a veces, alguno no contesta sino que continua con su discurso, otras veces interesa mantener las medias verdades.

Tras meses de reuniones, los negociadores del PSOE y el PP habían por fin llegado al acuerdo y así quedó redactado para su firma, pero las noches son largas y la mano de la política muy larga. No hubo firma y por ello todos los demás negociadores tampoco firmaron

Ganadas las elecciones se esperaba con interés el nombramiento del Ministro de Educación y sus primeras declaraciones. Lo primero, ruido, suprimir la asignatura de educación para la ciudadanía y para justificarlo leyó unos párrafos de un libro. Cuando le dijeron que ese párrafo no pertenecía a ningún libro de texto de la asignatura, todavía se lió más el desaguisado porque un asesor del Ministerio aseguró que el libro podría pertenecer a la biblioteca de aula. Nos recuerda a aquel que fue Ministro del Interior y que sujetando la pancarta en las manifestaciones de educación respondía al micrófono “hay que decir a los niños lo que tienen que pensar”.

El Ministro Wert en Bruselas anunció una profunda reforma de la ESO a fin de adaptarla a los intereses y capacidades de los alumnos, apuntando que si los alumnos de tercero de la ESO se incorporan a Bachillerato y FP ya no abandonarían.

Fijó como prioritario el cambio de mentalidad, para abandonar la cultura del acomodo y mediocridad para volver a proveer el esfuerzo y el mérito.

Parece que después del ruido, hay una cierta calma, silencio tenso ante los recortes que se anuncian en educación.

Recortes, cuando han vuelto muchos alumnos que habían abandonado y regresan a unas aulas con más alumnos y menos profesores.

El ruido en educación (II)

El ruido en educación se intensifica puntualmente en los procesos electorales, en las publicaciones de los informes PISA y en los cambios de signo político en el Gobierno

En los primeros lo que hacía falta era debates y propuestas, y en los segundos, lo que tendría valor sería el análisis de los resultados y el establecimiento de propuestas para la mejora de esos resultados.

Hay otros ruidos de rum rum permanente con frecuentes estallidos: la asignatura de la religión católica en un Estado aconfesional porque ninguna confesión tendrá carácter estatal, la asignatura de educación para la ciudadanía en un Estado democrático, el adoctrinamiento de los profesores en una educación neutra?, la libertad de los padres para decidir en la elección de centro, la educación sexual que ha de darse exclusivamente en el .ámbito familiar, la autoridad del profesor, la complementariedad o la prevalencia de la enseñanza concertada respecto a la pública, ordenadores pequeños o pizarras digitales, las lenguas oficiales y su tratamiento en el curriculum, los centros bilingües y plurilingües, los problemas de los alumnos inmigrantes, el velo…

Cuando cambian los gobiernos, la primera detonación es para anunciar y demostrar que ahora mando yo, el PSOE frenó, para después cambiarla, la LOCE, un ley de educación solo votada por el PP; en el reciente cambio, supresión inmediata de la asignatura de educación para la ciudadanía (rechazada por 19 objetores) Bachillerato de tres años, veremos si cambiamos la LOE, la cultura del esfuerzo….

Si uno de los males de nuestra democracia es que los políticos actúan en función de los calendarios electorales y de los períodos en los que ejercen el poder, y no de las necesidades reales presentes y futuras de los ciudadanos, en educación es todavía mucho más grave, debería ser incluso punible, porque lo que se hace mal en educación en cuatro años tarda al menos 12 años en volver a su situación original.

La educación es o debería de ser una cuestión de Estado, fuera de los períodos electorales, no de Gobierno, ni de los partidos políticos, ni de legislatura; una cuestión de todos y entre todos para el tiempo necesario, hasta que se agote o los cambios sociales y tecnológicos obliguen a mejorarla.

Todos debemos aportar nuestro conocimiento informado, porque también hay mucho ruido en tertulianos que saben de todo y en todos que saben tanto de educación y opinan, como si fútbol se tratara; no sólo importan las opiniones de los políticos, los responsables somos todos y para ello es necesario un debate serio y entre todos; lo que sobra es ruido, que oculta el debate y sólo da voz a quién más puede gritar.

miércoles, 11 de abril de 2012

El ruido en educación

Milagros presumía que en su aula no había ningún problema de orden, de disrupción ni de disciplina. En efecto durante sus exposiciones no se movía ni una mosca. Pero cuando tenía que salir del aula por una urgencia o emergencia, los alumnos comenzaban a gritar, a saltar y a jalear a los más osados. Entraba Milagros y se convertía en Milgritos.

El silencio tiene valor cuando uno lo busca o se lo autoimpone, si se lo imponen los demás, es sólo sometimiento y en el mejor de los casos, obedecer órdenes.

Ángel Gabilondo, que antes de ser ministro de Educación era Catedrático de Filosofía, y vuelve a serlo, decía que al hablar de educación habría que hacerlo con mesura, sin estridencias y con sumo respeto para todos.

La educación es tarea de todos y entre todos. Pero eso no significa que todos tengamos la misma responsabilidad, cada uno tiene la suya. Los padres son los máximos responsables, es su responsabilidad. Lo mismo que las madres y padres deberían de prepararse para serlo, también tendrían que prepararse para saber educar y responsabilizarse de la educación de sus hijos. Los profesores son los que ayudan a los padres en la educación de sus hijos. Ni los padres son profesores ni los profesores son padres. Lo mismo que los padres acompañan al niño al médico y no le dicen al médico lo que le tiene que recetar, los padres tienen que colaborar en aquello que los profesores “recetan”. Los poderes públicos son responsables de promover, facilitar y lograr una educación de calidad para todos. No sólo son responsables de la escolarización, sino también del fracaso escolar.

La educación es lo más importante para una persona y debería de serlo para la sociedad toda y para los poderes públicos. Pero parece que no lo es, porque en educación, por desgracia, lo más importante es el ruido. Sí el ruido es lo más importante, no hay debate y si no hay debate, las cosas seguirán siendo como son: la culpa es de los alumnos, de la cultura del acomodo, de la mediocridad, del nulo valor de esfuerzo, del adoctrinamiento de los profesores, de la pedagogía de la igualdad frente a la excelencia……etc.etc etc ¿Y?