La educación es responsabilidad de todos, primero los padres, después los profesores y al mismo tiempo todos. Una educación para todos y entre todos, es la mayor responsabilidad social. El Estado es el garante de esa responsabilidad, es su OBLIGACIÓN.

domingo, 15 de abril de 2012

El ruido en educación (II)

El ruido en educación se intensifica puntualmente en los procesos electorales, en las publicaciones de los informes PISA y en los cambios de signo político en el Gobierno

En los primeros lo que hacía falta era debates y propuestas, y en los segundos, lo que tendría valor sería el análisis de los resultados y el establecimiento de propuestas para la mejora de esos resultados.

Hay otros ruidos de rum rum permanente con frecuentes estallidos: la asignatura de la religión católica en un Estado aconfesional porque ninguna confesión tendrá carácter estatal, la asignatura de educación para la ciudadanía en un Estado democrático, el adoctrinamiento de los profesores en una educación neutra?, la libertad de los padres para decidir en la elección de centro, la educación sexual que ha de darse exclusivamente en el .ámbito familiar, la autoridad del profesor, la complementariedad o la prevalencia de la enseñanza concertada respecto a la pública, ordenadores pequeños o pizarras digitales, las lenguas oficiales y su tratamiento en el curriculum, los centros bilingües y plurilingües, los problemas de los alumnos inmigrantes, el velo…

Cuando cambian los gobiernos, la primera detonación es para anunciar y demostrar que ahora mando yo, el PSOE frenó, para después cambiarla, la LOCE, un ley de educación solo votada por el PP; en el reciente cambio, supresión inmediata de la asignatura de educación para la ciudadanía (rechazada por 19 objetores) Bachillerato de tres años, veremos si cambiamos la LOE, la cultura del esfuerzo….

Si uno de los males de nuestra democracia es que los políticos actúan en función de los calendarios electorales y de los períodos en los que ejercen el poder, y no de las necesidades reales presentes y futuras de los ciudadanos, en educación es todavía mucho más grave, debería ser incluso punible, porque lo que se hace mal en educación en cuatro años tarda al menos 12 años en volver a su situación original.

La educación es o debería de ser una cuestión de Estado, fuera de los períodos electorales, no de Gobierno, ni de los partidos políticos, ni de legislatura; una cuestión de todos y entre todos para el tiempo necesario, hasta que se agote o los cambios sociales y tecnológicos obliguen a mejorarla.

Todos debemos aportar nuestro conocimiento informado, porque también hay mucho ruido en tertulianos que saben de todo y en todos que saben tanto de educación y opinan, como si fútbol se tratara; no sólo importan las opiniones de los políticos, los responsables somos todos y para ello es necesario un debate serio y entre todos; lo que sobra es ruido, que oculta el debate y sólo da voz a quién más puede gritar.

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