En Baleares, ante la ausencia del presidente Bouza y de
la consejera Joanna María Camps, asistió a la inauguración de curso, el Director
Regional de Universidades Miguel
Deya, que unos días antes había dicho en la radio que España no es un estado
sindicalista ni una república bolchevique. Al verse rodeado de camisetas verdes y ante la
huelga general indefinida por la implantación del TIL, Tratamiento Integral de
Lenguas, y su fuerte apoyo social, parece que está, al menos, solo.
La Universidad de Baleares critica la
precipitación de la imposición del trilinguismo y que no hay garantías de que
la formación de los profesores sea la adecuada; el Consejo Escolar reclama al
Gobierno que inicie el diálogo con la comunidad educativa; personalidades como
Miguel Barceló, Lluis Llach o María del Mar Bonet donan obras a la
caja de resistencia.
Incluso hay alcaldes del PP que no están de
acuerdo…. pero Bouza tiene su razón, la única, y desde el Gobierno insisten en
los prejuicios que la protesta está suponiendo para los alumnos y critican que
se ponga a los niños en medio del conflicto. ¡Pero si el conflicto es por los
niños, no están en medio, son en el centro de la protesta!
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